El silencio segundos antes de una carcajada, el de un abrazo que no necesita palabras. El silencio tras un beso. El silencio mientras se recupera el aliento tras un susto, una sorpresa o una frase que te deja helado.
El silencio después una mala noticia, el que se esconde tras una promesa incumplida, tras una verdad dolorosa, o tras una mentira tan real como tu sonrisa cuando dices que está todo bien.
El silencio de una canción. El de la incomodidad de un ascensor. El largo minuto de silencio. El que pide a gritos ser escuchado.
El silencio que dura minutos, horas, días, meses e incluso años.
El silencio de no saber qué decir, el silencio de querer decir demasiado.
El silencio de quien espera una respuesta, el silencio del que ya no espera nada.
Shhh, es mejor que no hables.
Tu silencio ya lo dice todo por ti.
Silvia Resola.
¡Muchas gracias! 🙂
Los silencios y sus múltiples interpretaciones. Has hecho que cada tipo de silencio nombrado, me traiga un recuerdo.